La Justicia balear impone la primera condena a prisión permanente revisable de su historia.
Ali Khouch, el hombre de 39 años que en mayo de 2021 mató a su mujer embarazada de 21 meses y a su hijo de 7 años en la localidad mallorquina de Sa Pobla, fue declarado culpable por el jurado popular el viernes pasado tras dos días de deliberación. Ahora, la magistrada que preside el tribunal le ha impuesto la mayor pena de cárcel posible.
La jueza le ha castigado con 25 años de prisión por matar a su esposa y la prisión permanente revisable por el asesinato de su hijo de siete años, al que mató estrangulándolo en el domicilio familiar. Además, le impone 6 meses de prisión por maltrato habitual a su pareja.
Según la resolución, el acusado, ciudadano de origen marroquí, "atacó a su hijo menor de 7 años aprovechándose no sólo del hecho de que el menor no iba a esperar un ataque de la persona que debe velarpor él y protegerle", sino también de la evidente "desproporción de fuerzas existente entre un menor de 7 años y un adulto joven".
Por ello, prosigue la sentencia, "consumó su propósito con suma facilidad, le cogió del cuello y lo estranguló". Cometió el crimen "no sin antes haber inmovilizado al menor utilizando los pies puesto que fueron halladas fibras de la camiseta del menor en las chanclas que portaba el acusado".
Antes de asesinar a su hijo, mató a su mujer golpeándola con un cincel y estrangulándola, provocándole "una muerte agónica", según se expuso en el juicio y reflejaron las conclusiones del jurado.
La conducta del reo, refleja la resolución judicial, "que se define por sí misma y resulta merecedora de un contundente reproche penal".
El asesinato de Warda Ouchene y de su hijo es uno de los crímenes recientes que mayor conmoción causó en Mallorca. Cuatro años después, la Justicia ha dictado el mayor castigo que la ley permite.
Es la primera ocasión en que los tribunales de Baleares imponen la prisión permanente revisable desde que fue aprobada en el año 2015.